El día del nacimiento de mi hijo Dante. La Caro llegó a mi casa apenas la llame por teléfono y toda la magia que utilizó en los momentos de mi trabajo de parto fueron increíbles, ella fue guardiana de los espacios y de mi bienestar. Se encargaba de oscurecer las habitaciones y llenarlas de calidez, con aromas, sonidos, masajes, agua caliente e hidratación, me sentí escuchada, acompañada, abrazada, querida y nutrida por una gran doula totalmente entregada en presencia y al servicio de mi proceso y sus intensidades.
Para mi fue muy importante, sentir la confianza y el apoyo para parir de forma natural.
Siento mucha gratitud!
Bernardita Waira